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Madrid avisa en una guía para jóvenes del peligro de las redes: «Que luchen por sus vidas y no sean esclavos de otros»

Las nuevas tecnologías están presente en el día a día de todos, y los adolescentes no se iban a quedar atrás, una generación que ha nacido con un dispositivo móvil bajo el brazo. Sin embargo, su uso puede desembocar en varios problemas sociales que la Comunidad de Madrid quiere cortar de raíz con la guía de buen uso de las nuevas tecnologías para padres y profesionales que trabajan con jóvenes que ha presentado este martes.

Así lo ha comunicado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la clausura de la jornada ‘Las redes sociales y los jóvenes: peligros y oportunidades’, y donde ha señalado que esta guía funcionará como una «herramienta» que forma parte de una campaña de sensibilización y que se va a distribuir entre familias y centros educativos para concienciar sobre la «realidad de las redes sociales«.

Algunos de los mayores problemas que se enfrentan los jóvenes a la hora de utilizar esta tecnología son los llamadas retos virales o ‘social challenge‘, que son propuestas de acción que se realizan y se graban para publicarlos en Internet a través de diferentes aplicaciones móviles. «Debido al todavía incompleto desarrollo de su cerebro, muchos no pueden valorar adecuadamente las posibles consecuencias para ellos mismos o para otros, los riesgos asociados y las intenciones de quienes lo proponen. Desde su perspectiva, la popularidad, la aceptación y el refuerzo del grupo de iguales y los retos o desafíos en sí mismos, son tan relevantes que pueden poner en peligro su vida o la de los demás«, se puede leer en la guía de la Comunidad de Madrid.

“Queremos alentar a los jóvenes a que sean capaces de luchar por sus vidas y no ser esclavos de otros, aunque sea por el móvil y parezca más inofensivo», ha indicado Ayuso, quien ha hecho hincapié en que «tenemos que garantizarles a las nuevas generaciones igualdad de oportunidades gracias a una educación de calidad y en libertad, pero también a unas nuevas tecnologías que sean un trampolín de oportunidades y no una fosa de frustración y de insatisfacciones«.

En esta publicación se ofrece información sobre aspectos generales como el uso de videojuegos en línea, ciberacoso, edades mínimas de uso y los tiempos de conexión recomendados, según estos tramos de edades, o consejos para evitar una posible adicción a los dispositivos y a sus distintas aplicaciones sociales. Esta guía puede consultarse en la web de la Comunidad de Madrid (www.comunidad.madrid).

Videojuegos en línea

Los videojuegos forman parte de la vida de las más jóvenes desde muy pequeños, por lo que es muy importante tener claro cuáles son los adecuados para su edad y cuáles son los que pueden resultar nocivos para ellos, tanto por la edad recomendada como por los contenidos que presentan.

Desde la Comunidad de Madrid, señalan que los códigos PEGI: Pan European Game Information (cuyo significado literal es Información de Juegos Paneuropea) se refieren a una etiqueta que aparece en la esquina de las carátulas de los videojuegos y que indica la edad recomendada con un número y un código de color. En la parte posterior, el PEGI señala los contenidos sensibles: violencia, sexo, drogas, lenguaje soez, apuestas, terror, contenidos discriminatorios y juego online. «Los padres deben estar informados correctamente y realizar elecciones con criterio, pues con frecuencia menores desde 10 años juegan a los juegos más famosos de +18 (por ejemplo al GTA o el Call of duty)», sostienen en esta guía.

Ciberacoso

Este es uno de los problemas con mayor gravedad a los que se enfrentan los jóvenes, un acoso digital que puede dejar secuelas psicológicas muy graves, afectando «al desempeño escolar, a la autoestima, a las relaciones sociales y familiares e, incluso, alcanzando el trastorno depresivo y las ideaciones suicidas«, indican en este informe.

Para evitar esta problemática social, el Gobierno madrileño recomienda mantener «una buena y fluida comunicación con los menores«, con sus contactos, con los profesores, entrenadores y educadores y también con las familias de sus conocidos, es una de las estrategias de detección más efectivas. «Hablar, informar y explicar qué es el acoso y el ciberacoso, facilita la identificación y detección por parte de los propios adolescentes y posibilita la ruptura de la ‘cultura del silencio’ y propicia la resolución», aseguran.

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